Ésta receta la encontré hace mucho tiempo en el Internet, debo decir que es realmente fabulosa. Sabe mucho mejor que esos cheesecakes que compras en una repostería de cualquier supermercado o inclusive los del famoso Cheesecake Factory.
Puedes hacer tus variaciones sustituyendo las galletas graham por oreos o haciéndolo marmoleado con una mezcla de chocolate.
Ingredientes:
3 paquetes de 8 oz. de philadelphia cream cheese a temperatura ambiente 1 lata de leche condensada
2 huevos
1 cta de extracto de vainilla
2 cdas de jugo de limón
Para el crust.
2 paquetes de galletas graham honey trituradas
1/3 taza de mantequilla derretida
Para decorar
2 tazas de fresas congeladas
1 taza de azucar
1cda de jugo de limón
Fresas frescas para decorar
Empieza por precalentar el horno a 300º,
Agrega la mantequilla a las galletas y forma una corteza en el molde en el que haras el cheesecake. Presiona contra el fondo hasta que quede compacto, reserva.
En un bowl grande bate el queso hasta que suavise, agrega la leche condensada y sigue batiendo hasta que esté cremoso y suave, agrega el jugo de limón, vainilla y huevos y bate hasta incorporar todos los ingredientes.
Vierte la mezcla en el molde previamente preparado y lleva al horno por 1 hora, al transcurrir el tiempo apaga el horno y deja medio abierto hasta que se enfrie. Retira del horno y refrigera por 6 horas, luego puedes desmoldar y decorar.
Para la salsa de fresas:
En una olla coloca las fresas congeladas y el resto de los ingredientes, reduce el fuego y deja que se forme una salsa un tanto espesa, retira del fuego y deja enfriar.
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